Ejemplos hay muchos: Hendrix, Morrison, Jason Becker (quien se vió inhabilitado para seguir tocando debido a una enfermedad), Darrell "Dimebag" Abbot, Chuk Schuldiner (quien enfermó de cáncer) y un largo etc...
Uno de los casos más lamentables fue el fallecimiento de Randy Rhoads, un joven guitarrista que obtuvo la atención y respeto merecidos tras su paso por la banda de Ozzy Osbourne. Su muerte, además de lamentable, me resulta ridícula pues a pesar de no estar inmiscuido en problemas de salud o legales, un accidente en avioneta terminó con su vida, justo cuando se le auguraba un futuro prometedor dentro de la música.
Un músico admirado, incluso por el mismísimo Yngwie Malmsteen, que ha influido en la forma de tocar la guitarra en numerosos músicos y quien no estaba dispuesto a quedarse en su zona de confort, pues durante sus últimos días de vida, Rhoads tenía pensado especializarse en sus estudios de guitarra clásica, lo que nos habla de una persona que estaba pronta a sorprender a todo el mundo.
Como un pequeño homenaje, Ozzy lanzó este disco en el que podemos escuchar a un Randy pletórico, virtuoso y profesional (pues aunque estaba un poco decepcionado del circo que eran ya las presentaciones de la banda, nunca se instaló en papel de rock star).
El último track es una canción titulada Dee, en la que Randy nos dejó una muestra de lo que es capaz de hacer un músico que no tiene miedo de encasillarse en un sólo género y buscar horizontes nuevos que te darán gratificaciones como ser humano y músico.
Género: Heavy Metal
Formato: MP3
Personnel:
Ozzy Osbourne - vocals
Randy Rhoads - guitar
Rudy Sarzo - bass
Tommy Aldridge - drums
Don Airey - keyboards
Randy Rhoads - guitar
Rudy Sarzo - bass
Tommy Aldridge - drums
Don Airey - keyboards
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